En el congreso de Abitrigo (Asociación Brasileña de la Industria de Trigo) el mes pasado en la ciudad de Campinas en Brasil donde se reúne toda la industria molinera de ese país y del mundo pero con un foco importante puesto en el Mercosur se resaltó con un verdadero optimismo el cambio de reglas de juego de nuestro país como así también de Brasil. En los últimos diez años, el anterior Gobierno casi logra algo impensado por muchos, que Brasil se autoabastezca de trigo y no tenga necesidad de comprarnos. No éramos confiables con nuestros mercados cerrados donde existían todo tipo de trabas comerciales, cuando somos sus proveedores naturales de trigo. Por políticas económicas equivocadas perdimos mercados, perdimos producción, perdimos genética e inversión en el sector más competitivo de la economía. Ahora es tiempo de cambiar y todo sea parte del pasado. La producción de trigo ‘16/17 de nuestro país analistas la estiman entre 13.5 y 14.5 millones de toneladas con un crecimiento de área en un 20% y se destinarían 5.6 millones de toneladas a la molinería con un saldo exportable en 9.0 millones de toneladas de las cuales 4.5/5.0 millones de toneladas tienen destino Brasil. La FAO estima la producción mundial récord de cereales con un crecimiento de 1.5% en 38.0 millones de toneladas lo que suma un total de 2.569 millones de toneladas y la producción mundial de trigo ‘16/17 en 742.5 millones de toneladas y un consumo mundial en 730.5 millones de toneladas. Egipto es el principal importador mundial de trigo con un volumen estimado en 10-11.0 millones de toneladas y la semana pasada tuvo una fuerte devaluación de su moneda cercana al 58% lo que impacta en el costo para importar. La producción de trigo ‘16/17 de Brasil analistas la estiman en 6.3 millones de toneladas y un consumo para molinería en 11.0 millones para un mercado de 210 millones de personas con una producción del estado de Río Grande do Sul en 2.2 millones de toneladas y de Paraná en 2.8 millones de toneladas. Por los altos precios del maíz en el mercado interno estiman que se destinarían cerca de 400.000 toneladas de trigo de calidad para consumo animal. Brasil tiene compromisos de compra de 1.02 millones de toneladas de trigo ‘16/17 contra 310.187 toneladas de trigo ‘15/16 desde EE.UU. un crecimiento del 227% y esto también es gracias a nosotros. Rusia estiman su producción de trigo ‘16/17 en 71.0 millones de toneladas con una exportación estimada en 30.7 millones de toneladas. Las tres últimas campañas han sido impresionantes en niveles productivos y ya consagran a Rusia como el mayor exportador mundial del cereal. Los países de la zona del Mar Negro producirían aproximadamente 114.5 millones de trigo y las exportaciones en 54.5 millones de toneladas. El 90% de la producción de trigo se concentra en el hemisferio norte. El sector agropecuario cumple varias funciones pero en su función como productor de alimentos, el papel del campo es indudable. La FAO calcula que nuestro país produce el 4,2% de la oferta mundial de alimentos básicos. El mundo tiene unos 7.400 millones de habitantes, dicho porcentaje implica que Argentina cubre las necesidades de alimento de 311 millones. Es cerca de siete veces la población nacional. Aquí es dónde somos muy eficientes y tenemos que saber aprovecharlo. La integración entre lo público y lo privado para potenciar nuestros productos agroindustriales en el mundo y de esta forma alentar misiones comerciales con empresas privadas para mantener y abrir nuevos mercados es de extrema importancia para la Argentina en este nuevo proceso de integración en el mundo. Por Esteban Moscariello para Noticias Agrícolas