La primera rueda de negocios de mayo en el mercado de granos de los Estados Unidos dejó fuertes subas para los precios de los cereales y marcó el inicio formal del período conocido como "mercado climático", durante el cual se definirá la cosecha de los trigos de invierno -la recolección comenzará a fin de mes- y se jugará la suerte del maíz y de la soja. En la tónica alcista se combinaron el clima adverso para los cultivos, con tormentas de nieve sobre las zonas trigueras y lluvias excesivas en el Medio Oeste, con una posición mayormente sobrevendida de los grandes fondos de inversión, que alentó compras masivas de contratos en los mercados desde el sector especulador.