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2024-03-25 | Bichos de Campo

Seis gráficos para entender cómo el precio del principal producto de exportación argentino va camino a estrellarse contra un muro

El principal producto de exportación argentino y la mayor fuente de divisas genuinas del país va camino a enfrentar una situación desafiante por un exceso de oferta que tendera a licuar los valores del producto, según proyecta un estudio de una las mayores entidades bancarias agropecuarias de EE.UU.

La capacidad de molienda de soja en EE.UU. creció un 7% en los últimos tres años y se espera que aumente un 23% en los próximos tres. Se prevé la construcción de once nuevas plantas en ese período, mientras que cuatro plantas en funcionamiento están ampliando su capacidad.

Ese fenómeno es producto de la creciente demanda estadounidense de aceite de soja impulsada por mandatos de uso de biocombustibles bajos en carbono tanto a nivel federal como estatal. La “estrella” en ese sentido es la elaboración de biodiésel hidrotratado o HVO (Hydrotreated Vegetable Oil), el cual tiene una composición prácticamente equivalente a la del gasoil de origen fósil, lo que permite su uso sin inconvenientes en ambientes con muy bajas temperaturas, donde el biodiésel convencional puede experimentar inconvenientes.

“Junto con la producción récord de aceite de soja, está la producción récord de harina de soja”, advierte el informe de la cooperativa bancarias agropecuaria CoBank. “El ritmo récord de la producción de harina de soja en EE.UU. y el crecimiento moderado de la demanda interna requieren un programa de exportación sólido para liquidar los stocks, aunque la oportunidad de que la harina de soja pueda colocarse en el mercado global es incierta”, añade.

Si bien las exportaciones de harina de soja de EE.UU. crecieron en 2023 tras la sequía histórica que redujo en gran medida la cosecha de soja de la Argentina junto con su oferta exportable de harina de soja, los embarques realizados por Brasil crecieron manera sustancial. Este año, con Argentina recuperando su producción de la oleaginosa, se prevé una baja de precios ante la mayor global disponibilidad de harina de soja.

“Salvo el caso de pérdidas de cosechas en Sudamérica, la competencia por la participación en el mercado de exportación de harina de soja aumentará en los próximos años, lo que requerirá que EE.UU. compita en precios en mercados clave como los del sudeste asiático”, apunta CoBank.

Con China fuera del mercado de harina de soja, dado que la nación asiática prefiere importar poroto para procesarlo en su propio territorio, la posibilidad de un aumento considerable de la demanda de harina de soja en el mundo es limitada.

Por otra parte, el estudio menciona que la necesidad de abastecer la creciente demanda de aceites vegetales destinados a la elaboración de biodiésel no sólo está impulsando la mayor molienda de soja, sino también la importación en EE.UU. de otros aceites vegetales, aceite de cocina usado e incluso sebo bovino.

“Esta mayor disponibilidad de materias primas alternativas y el flujo récord de importaciones de aceites vegetales han creado una fuerte competencia al aceite de soja para limitar el proceso de suba del precio de ese producto”, explica el informe.

“Después de la aprobación de la Agencia Ambiental de EE.UU. (EPA) en diciembre de 2022, las importaciones de aceite de colza para la producción de HVO aumentaron considerablemente. Y en diciembre de 2023, la Junta de Recursos del Aire de California aprobó las importaciones de aceite de soja de la Argentina en su programa de biocombustibles (LCFS) luego de determinar que la huella de carbono del aceite argentino es similar a la del aceite estadounidense”, añade.

También vienen creciendo mucho las importaciones de aceite de cocina usado procedentes de China, lo que genera suspicacias, dado que se sospecha se trata de aceite de palma proveniente de Malasia o Indonesia que los chinos “disfrazan” como aceite usado para poder colocar esa mercadería con el sello de “sostenible”.